La muralla de Lugo resulta sorprendentemente atractiva para observar la diversidad de aves que puede llegar a albergar una ciudad. Pero si algo destaca en ella cada primavera y verano es su colonia de vencejos comunes, acaso la de mayor tamaño del noroeste peninsular.
Observar las idas y venidas de estas aves tras haber estudiado su peculiar biología, puede resultar una actividad pedagógica de lo más interesante. A ello se suma la posibilidad de ver otras especies como estorninos negros, grajillas comunes, halcón peregrino...



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