Situado en el corazón de las montañas de Prades, este espacio nos ofrece una cata excepcional de la biodiversidad y la riqueza paisajística de la montaña mediterránea tarraconense.
Bajo la atenta mirada del águila perdicera, ríos, riscales, bosques y cultivos construyen un mosaico de ambientes bien conservados que se elevan sobre la llanura tarraconense. Este lugar, lleno de historias de molinos hidráulicos, data la ocupación humana en las montañas desde la prehistoria, y son numerosos los yacimientos donde se conservan pinturas rupestres.
Actualmente, la agricultura de secano, principalmente el cultivo de avellanos, de cereales y de huerta, y la recogida de trufas son las principales actividades productivas de los pocos habitantes del territorio.








Consulta las actividades que se realizan en este espacio natural en: http://agenda.fundaciocatalunya-lapedrera.com/cast/excursiones/
Por otro lado, no dejes de visitar:
- Farena. Pequeño pueblo de origen medieval muy bien conservado, con calles empedradas y estructura de villa cerrada. Cerca de los restos del castillo hay un buen mirador sobre el pueblo y su entorno.
- El Pi de les Piquetes. Árbol de impresionante altura. Se trata de un ejemplar de pino negral (Pinus nigra) que sobresale del bosque y se va viendo desde buena parte del itinerario señalizado.
- El Toll de l’Olla. Aguas arriba, en el camino del Mas d’Antoni, es una espectacular poza del río Brugent, sin duda un lugar ideal para un buen baño en verano.

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